“Esta noche, el Presidente abordó la obligación de nuestra nación de reconstruir la Costa del Golfo y abrir nuestros brazos a los desplazados por la devastación del huracán Katrina.
Este desastre ha demostrado que necesitamos un liderazgo real en todos los niveles de gobierno, y los esfuerzos de socorro exigen una respuesta masiva y coordinada. Los líderes locales de toda la región de la Costa del Golfo se han visto abrumados por esta catástrofe, pero están haciendo todo lo posible y más para enfrentar el desafío.
Pero es en estas mismas circunstancias que el gobierno federal debe estar en su mejor momento. Y la gente de la Costa del Golfo, y todos los estadounidenses, no deben exigir nada más que la mejor respuesta nacional a esta tragedia.
No podemos ni debemos permitir que esta tragedia nos divida aún más. Debemos poner en orden nuestras prioridades y volver al tiempo de la comunidad. Este es el momento de la unidad y la fuerza nacional. Grandes descuidos, injusticias y errores fueron expuestos por los vientos y las aguas de Katrina. Ahora es el momento de reparar estas heridas, reconstruir la gran Costa del Golfo y restaurar la fe en nuestro lema, E Pluribus Unum, de muchos, uno.
Cada región de nuestro país, incluida la nuestra, es vulnerable a los desastres, ya sean provocados por el hombre o naturales. Debemos examinar y aprender las lecciones de nuestra respuesta a Katrina para garantizar que los fracasos de este esfuerzo no se repitan. Para lograr eso, creo que necesitamos establecer una comisión independiente que nos ayude a comprender la causa de esas deficiencias para que nunca más le volvamos a fallar a los estadounidenses de esta manera”.