Me siento profundamente honrado de estar hoy aquí con todos ustedes mientras honramos el servicio y el sacrificio de los veteranos de nuestro país, los que están con nosotros y los que hemos perdido.
Hoy, en “campos de honor” como este - en cada comunidad de América - millones de personas están reunidas - como nosotros - para enviar un mensaje de agradecimiento.
En Washington, DC hoy, miles de personas están reunidas en los terrenos del Monumento Nacional a la Segunda Guerra Mundial. Este nuevo monumento está ubicado en el National Mall entre el Monumento a Washington y el Monumento a Lincoln. Rinde un homenaje muy esperado a todos los que nos ayudaron a luchar y ganar la Segunda Guerra Mundial.
Hoy nuestro país unido está honrando a todos aquellos que respondieron al llamado y protegieron nuestra tierra, nuestra gente y nuestros valores. Pero este no es solo un día nacional de recuerdo. Para muchos aquí hoy, esta es una ocasión muy personal, ya que recordamos a abuelos, padres y madres, esposos y esposas, hijos e hijas.
En este Día de los Caídos, recordamos a los soldados, marineros, aviadores y otros que no regresaron a casa.
Más de 8.500 residentes del estado de Washington tienen sus nombres inscritos en el Muro del Recuerdo en las afueras de Benaroya Hall en Seattle. Y acabamos de agregar los nombres de 17 residentes del estado de Washington que murieron en el conflicto en curso en Irak y Afganistán.
Hoy también somos conscientes de aquellos que no pueden asistir a una ceremonia como esta porque visten un uniforme y sirven a nuestro país en el Día de los Caídos. Por eso, hoy también honramos a la nueva generación de veteranos de combate, muchos de los cuales aún luchan en Irak y Afganistán. Estamos comprometidos a cuidar de sus familias durante este difícil período de separación. Y lucharemos juntos para asegurarnos de cuidar a estos veteranos de combate cuando regresen a casa, ya sea que necesiten trabajo, capacitación, apoyo o atención médica.
Están ahí para nosotros y nosotros debemos estar ahí para ellos.
En este Día de los Caídos, también honramos a los veteranos que están con nosotros, aquellos que sirvieron a nuestro país en la guerra y luego regresaron a casa para construir familias, comunidades y el país más próspero y libre del mundo. Muchos de esos veteranos honrados están hoy aquí con nosotros y quiero darles las gracias. Gracias a su sacrificio, los estadounidenses han podido ir a la escuela, formar una familia y vivir el sueño americano. Gracias a su compromiso, nuestro país sigue iluminando los rincones más oscuros del mundo con una luz brillante de libertad. Gracias a su servicio, podemos decir lo que pensamos, practicar nuestra fe y seguir nuestros sueños. Así que gracias. Gracias por contestar la llamada.
Gracias por servir en lugares y circunstancias que pocos de nosotros podemos imaginar.
Y gracias por asegurarse de que la América en la que creció sea la misma América libre, orgullosa y honorable en la que nuestros nietos están creciendo hoy.
Salud.