Durante años, la administración Bush no ha sido honesta con nosotros sobre el costo de la guerra. Hoy, un nuevo informe de la GAO muestra cuán profundo es este engaño y cómo está lastimando a quienes se han sacrificado por todos nosotros.
El informe muestra que:
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El VA sabía que había problemas graves, pero engañó al Congreso durante 6 meses. -
El VA sabía que sus ahorros de costos eran aire caliente, pero engañó al Congreso durante 4 años. -
Los presupuestos de VA se basaron en "suposiciones poco realistas, errores en la estimación y datos insuficientes". -
Y lo más condenatorio: el VA no planeó con precisión manejar el impacto de los veteranos de Irak y Afganistán.
Personalmente, estoy realmente indignado de que la Administración Bush no haya planeado satisfacer las necesidades de nuestras valientes tropas que sirven en Irak y Afganistán. Proteger y cuidar a nuestras tropas es la responsabilidad más básica de quienes planean y ejecutan una guerra. Desafortunadamente, este informe ofrece una acusación asombrosa del compromiso de esta Administración con nuestras tropas cuando regresen a casa desde Irak y Afganistán.
Durante años, he estado preguntando a todos los involucrados en la planificación de estas operaciones cómo es posible que fracasen tan miserablemente en el cuidado de nuestros héroes cuando regresen a casa. Le he preguntado a más de un Secretario de Asuntos de Veteranos. Le pregunté al Secretario de Defensa. Le he preguntado a los generales que han comparecido ante mis comités. Ninguno de ellos tuvo una respuesta real. Es por eso que hoy, con este informe, ya no puedo simplemente culpar a la VA. O culpar al Departamento de Defensa. El fracaso y la culpa llegan a toda la Administración Bush, y deben rendir cuentas.
También me indigna que la Administración Bush haya engañado repetidamente al Congreso sobre los problemas que enfrentaba. Mientras luchaba para brindarles a nuestros veteranos la ayuda que necesitaban, esta Administración luchó conmigo en cada paso del camino. Dijeron que todo estaba bien, aunque sabían que había problemas reales.
Me preocupa que estos problemas continúen hoy. En julio, VA le dijo a la Oficina de Presupuesto del Congreso que necesitaría $1 mil millones cada año para esta guerra, durante los próximos 10 años. Me preocupa mucho que el número sea demasiado bajo y no tenga en cuenta la mayor parte de las tropas que se separarán del servicio militar y buscarán atención de VA.
El Congreso debe proporcionar una supervisión real para que podamos comenzar a obtener respuestas reales. El informe muestra que los informes trimestrales que requerimos del VA llegan tarde y son inexactos. Nunca vamos a satisfacer las necesidades de nuestros veteranos a menos que sepamos cuáles son realmente esas necesidades. Necesitamos audiencias del Congreso y debemos responsabilizar a la Administración Bush. Me temo que todavía no tienen un plan para que nuestras tropas regresen a casa desde el Medio Oriente, y no podemos obligar a nuestros veteranos a pagar el precio de los fracasos de esta Administración.
Los veteranos de Estados Unidos merecen ser tratados con respeto, y el respeto comienza cuando la Administración Bush dice la verdad sobre los desafíos que enfrentan nuestros veteranos.