“El presidente ha pasado 60 días promocionando su plan de privatización, y el veredicto del pueblo estadounidense es claro: rechazan su arriesgado plan. Desafortunadamente, sus comentarios de esta noche no ofrecieron nuevas esperanzas para aquellos de nosotros que queremos ver el Seguro Social fortalecido, no desmantelado. Sus ideas garantizarían profundos recortes de beneficios para las personas mayores de clase media, billones en nueva deuda para la próxima generación y el fin de un beneficio garantizado a favor de una apuesta en el mercado de valores.
Espero ver finalmente un plan detallado del presidente en un futuro cercano, pero ya debe saber que el pueblo estadounidense no apoyará la privatización del Seguro Social. Mientras esperamos escuchar alguna idea del presidente que promueva una solvencia real a largo plazo, continuaré trabajando para apoyar y fortalecer este importante programa de seguridad social, no para privatizarlo y ponerlo en peligro”.