“Hoy la Casa Blanca anunció el retiro de la nominación de Harriet Miers a la Corte Suprema. No había tomado una posición sobre su nominación y, junto con mis colegas demócratas, estaba preparado para darle una revisión justa y diligente. Desafortunadamente, después de presionar enérgicamente a la Sra. Miers, la Casa Blanca ahora parece haber cedido a la presión política de la derecha y comprometido el proceso de nominación al tribunal más alto de nuestra nación.
Hoy nuestro país enfrenta muchos desafíos. Estamos limpiándonos de los huracanes que han devastado la Costa del Golfo. Estamos peleando una guerra en el extranjero. Y estamos enfrentando serios desafíos económicos, educativos y de salud aquí en casa.
Los estadounidenses esperan que el presidente Bush tome decisiones que unan a nuestro país. Nuestra nación merece un candidato a la Corte Suprema que represente la práctica judicial dominante y una al Senado tal como lo hizo la nominación del juez O'Connor hace dos décadas.
Tengo la esperanza de que el presidente dedique un tiempo y una reflexión serios a un candidato que los estadounidenses en general considerarán justo, ético, independiente y calificado. El presidente necesita aprovechar este momento para demostrar que es un líder para todo nuestro país, no solo para unos pocos extremos”.