Esta enmienda prohibiría a los bancos con
depósitos asegurados por los contribuyentes y sus afiliados de participar en
negociar o establecer fondos de cobertura o fondos de capital privado. Esta enmienda
garantizará que las empresas ya no puedan apostar contra valores respaldados por activos que
había ensamblado y vendido, poniendo fin a los atroces conflictos de intereses que enfrentan
firmas como Goldman Sachs frente a sus propios clientes.