La enmienda a la TPA expresa el sentido del Senado sobre la ratificación del Convenio de la OIT sobre discriminación
(Washington DC) Hoy, la senadora Patty Murray (D-WA) presentó una enmienda al proyecto de ley de asistencia comercial y laboral instando al Senado de los EE. UU. A ratificar la Convención de la Organización Internacional del Trabajo sobre discriminación en el empleo por motivos de raza, color, sexo, religión, opinión política y origen nacional o social. La enmienda de Murray expresa el sentido del Senado de que los socios comerciales de los Estados Unidos deben aplicar políticas diseñadas para promover la igualdad de oportunidades y trato y eliminar la discriminación en el lugar de trabajo.
“Estados Unidos debería liderar el mundo con nuestro apoyo inquebrantable a la igualdad de oportunidades entre nuestros socios comerciales y, sin embargo, todavía no hemos dado este importante paso adelante”, dijo el Senador Murray. "Apoyar esta Convención para eliminar la discriminación en el lugar de trabajo es desde hace mucho tiempo para afirmar el compromiso de nuestra nación con los trabajadores, especialmente las mujeres, de todo el mundo que son objeto de discriminación, a menudo reciben un salario menor, tienen una movilidad social limitada y son objeto de explotación y acoso".
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó el Convenio núm. 111 contra la discriminación en 1958 y ha sido ratificado por 172 de los 185 países miembros de la OIT. Estados Unidos se encuentra entre los cinco países de la Asociación Transpacífico que no han ratificado el Convenio núm. 111. La OIT ha identificado la discriminación en el empleo y en el trabajo como uno de los desafíos más urgentes e importantes de la actualidad, ya que crea barreras injustas para el bien puestos de trabajo, privando injustamente a las personas de la plena participación en la economía. Estos factores refuerzan y generan pobreza.
Especialmente la discriminación presenta serias barreras para las mujeres en todo el mundo. Como consecuencia directa de la discriminación, incluidas las normas culturales de subordinación, la pobreza mundial afecta de manera desproporcionada a las mujeres. Son más propensos que los hombres a ser empujados a trabajos no remunerados o con salarios bajos y trabajos con baja seguridad y pocas posibilidades de ascender, sujetos a acoso sexual y violencia en el trabajo, y despedidos por casarse o tener hijos.